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Letteratura: EL CORTO MALTES Y EL TANGO
Postato il Wednesday, 21 July @ 00:51:42 CEST di vamos
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El trío Esquina nació en 1991, como la idea de los tangos de
Corto Maltés, cuando Pino Enríquez se instaló en París.....!!
En Español
Fueron tres noches a
comienzos de septiembre, en la sala de Cochabamba 370. Por primera vez en Buenos
Aires, tocaba el bandoneonista César Stroscio con su trío Esquina. Tan capaces
de sacudir con una milonga desafiante como de tantear los bordes disonantes de
la vanguardia, confirmaban que hoy el mejor tango renovador se hace lejos de la
Argentina (por músicos como Juan Carlos Carrasco, Juan José Mosalini, Gustavo
Beytelmann y el propio Stroscio), o se crea aquí pero para auditorios lejanos
(caso Pablo ZiegLer). Los "esquineros" traían bajo el brazo la aventura tanguera
de Corto Maltés, en un libro donde el personaje por excelencia de Hugo Pratt, su
marinero errante, se acompaña con la música del trío.
Todo se había gestado en Italia en 1991 a través de Marco
Castellani, representante del trío Esquina en la península. De él fue la idea de
crear "los tangos de Corto Maltés". El libro Tango, de Pratt, ya había aparecido
en blanco y negro, con la historieta ambientada en prostíbulos argentinos e
impregnada de tango, como homenaje a una ramera judeo-polaca, Louise
Brookszowyc. Pensando que el historietista de Rimini se había formado en Buenos
Aires (adonde llegó en 1949 y donde vivió hasta mediados de la década del 60),
ese delirio de sobremesa, concebido tras un concierto, cobró forma. Pero la
empresa no era sencilla: sólo llegar hasta Pratt, que vivía aislado en Suiza,
era todo un tema.
Marco obtuvo finalmente su dirección. Le escribió, le envió el
boletín de tango que publicaba y el primer disco del trío, que por entonces
incluía a la cantante Susana Rizzi. La respuesta tardó seis meses, pero fue la
que esperaban: Pratt aceptaba encantado la idea y le prometía a Marco una cita
en Venecia. Cuando se encontraron, tras hablar durante horas sobre el personaje
y las contradicciones e incongruencias que Marco le descubriera, Pratt le dijo:
«Castellani, me parece que usted conoce a Corto Maltés mucho mejor que yo».
El primer proyecto quedó trazado en ese momento: Pratt
escribiría una nueva historieta, con un argumento que calzara con los tangos que
Stroscio y Claudio "Pino" Enríquez, el guitarrista del trío Esquina, compondrían
para un disco dedicado al personaje que Pratt concibió en La Boca pero lanzó
recién en 1967, después de su regreso a Europa, donde ganó una enorme
repercusión, sobre todo entre públicos intelectuales. Pero el proyecto disgustó
a los editores de Pratt, particularmente al francés, que se opuso a mezclar un
libro con un disco. Al morir Pratt en agosto de 1995 (tanto para Le Monde como
para Libération su desaparición fue nota de tapa, y los dos titularon algo así
como "Se nos fue Corto Maltés"), la idea pareció definitivamente frustrada. Los
miembros de Esquina jamás habían llegado a verse siquiera con el dibujante.
Cuatro años después, la quinta y última mujer de Pratt,
Patricia Zanetti, a quien él le legó los derechos de edición (la sucesión de
Pratt es una intrincada historia aparte, protagonizada por todas sus esposas y
los hijos que tuvo con cada una), reflotó el proyecto. A falta de una nueva
tira, el disco quedaría inseparablemente inserto en una redacción de Tango, ya
no en blanco y negro sino coloreada por la propia Patricia. Fueron lanzados así,
para las Navidades de 1998, 25 mi¡ ejemplares en cinco idiomas: italiano,
francés, alemán, portugués y español.
La concreción del viejo proyecto fue tan precipitada que César
y Pino sólo alcanzaron a crear dos temas alusivos a la serie: "Corto y Louise"y
"La Senegalesa", que abren el CD adjunto al libro. En las restantes nueve bandas
hay otras vinculadas de algún modo con esta aventura. " Ojos negros" (de Vicente Greco) figura porque, en otra andanza de Corto,
cuando éste se marcha de Brasil, una mujer le dice que nunca olvidará sus negros
ojos. En otra, estando Corto en Siberia, le pregunta asombrado a su
interlocutor: «¿Cómo, no conocés a Arolas? ¡Sos un estúpido!». Por eso están en el disco
"La cachila" y "Maipo", dos de los tangos más notables de El Tigre del Bandoneón. "Siempre París" (de Virgilio
Expósito) recuerda el amor de Pratt por esa ciudad. "Decarísimo" (de Piazzolla) está porque Pratt admiró y apoyó a Astor
desde el primer momento, y también por los hermanos De Caro ( Julio y Francisco), que revolucionaron el tango para la misma
época en que Corto iba en busca de la muchacha esclavizada por los rufianes de
la Varsovia, luego Zwi Migdal. El fanatismo de Pratt por Aníbal Troilo, a quien conoció en un baño turco,
justifica la inclusión de varios temas (entre ellos, "Mi refugio" y el vals "Un
placer"), interpretados con los mismos arreglos con que los tocaban Pichuco y Roberto Grela.
El trío Esquina nació en 1991, como la idea de los tangos de
Corto Maltés, cuando Pino Enríquez se instaló en París (desde marzo de este año
está de nuevo en Buenos Aires, aunque resuelto a no dejar morir por eso el
conjunto, ni abandonar su taller parisino de tango para adolescentes). Por
entonces, Stroscio y el bajista Carlos Carlsen, ambos provenientes del Cuarteto
Cedrón, buscaban un guitarrista. Los tres comenzaron a actuar en París y en
Barcelona, con la cantante Susana Rizzi y un repertorio que mezclaba a Eduardo
Rovira con poemas de Machado o de Alberto Szpunberg, musicalizados por Stroscio.
La formación actual del trío, ya sin voz, se consolidaría en 1995 con el ingreso
del contrabajista Hubert Tissier. El primer CD del grupo, "Musíques du Río de la
Plata", se despliega en un arco que abarca desde Anselmo Aieta hasta Rovira, a quien Stroscio había
frecuentado en los años '60, cuando con Juan Cedrón tenían el ya irrepetible
"Gotán", donde también tocaba Piazzolla. De todas formas, Esquina realiza una
relectura del material de Rovira, apartándose de los códigos del propio
compositor. En un nuevo disco, ya a medio grabar, predominarán temas escritos
por Stroscio y Enríquez, y entre éstos algunos que seguirán glosando la
historieta de Pratt.
Esquina fue incorporado en los últimos años por Peter Gabriel
al elenco de Womad (Worid Music and Dance), lo que les permitió mostrar su
música en festivales celebrados en distintas partes del mundo, de Estados Unidos
a Singapur, de Inglaterra a Sudáfrica. Fuera de esto, el trío orbita con su
tango más en los circuitos europeos de la música de cámara y del jazz que en los
específicamente tangueros, distante como está su lenguaje del tango-danza. Con
las presentaciones de septiembre en el STAC (San Telmo Arte Club) quisieron
probar la reacción del público de Buenos Aires, que recibió fascinado esta
calidad de tango, virtuoso e imaginativo, alejado de los estereotipos. Tal vez
regresen a comienzos de diciembre, ya oficialmente invitados al Festival de
Tango. En todo caso, para abril del 2000 están programados en el Teatro San
Martín, para dar recitales en la sala Casacuberta. Y quizás, entretanto, su
música empiece a ser escuchada en la Argentina, como sería
natural
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