LA CORSA DE MIGUEL Participate!!
Data: Wednesday, 03 December @ 00:55:44 CET Argomento: Poesie - Storia - Letteratura
La corsa di
Miguel Data: 11 gennaio 2003.
Località: Roma
Partenza: ore 10 (stadio Paolo Rosi, Acqua Acetosa).
Distanza: 10 km (pianeggianti sul Giro dei Ponti).visitate www.maratoneta.it
Storia: Italiano/Español
La Corsa di Miguel 11 gennaio 2004 ore
10.00 Stadio Acqua Acetosa
La Corsa di Miguel
La Storia Miguel
Benancio Sanchez aveva venticinque anni quando l'8 gennaio del 1978 un
commando paramilitare entrò nella sua casa alle tre di notte e lo portò
via senza neanche lasciargli il tempo per un ciao alla mamma. Erano gli
anni del terrore in Argentina. Miguel era un impiegato di banca che aveva
l'hobby della corsa e delle poesie. E proprio con una poesia (te,
atleta>) si era presentato l'ultimo dell'anno alla Corrida di San paolo,
un testo che fu pubblicato con grande risalto dal quotidiano organizzatore
della corsa brasiliana. Nessuno sa cos'accadde a
Miguel da allora, da quell'8 gennaio ormai lontanissimo.
All'inizio l'attesa fu riempita dalla speranza tra i suoi familiari. Poi
il tempo travolse ogni illusione. Restarono soltanto i suoi ricordi, il suo
diario, le sue fotografie, le tante amicizie sparse in giro per il mondo
perché Miguel Sanchez non resisteva al di attaccare bottone con
chiunque. Il 10 gennaio del 1998 il principale
quotidiano argentino, il , tirò giù dalla soffitta
della memoria la storia di Miguel. Fu un momento di grande emozione nella
piccola casa sperduta nell'immensa periferia di Buenos Aires. Le sorelle e i
fratelli di Sanchez, la mamma Cecilia è morta nel '92, ancora cercano,
senza trovarlo, un perché. Intanto ricordano le piccole e grandi imprese di
quel ragazzo innamorato dell'atletica e della vita.
LA POESIA
PER TE, ATLETA
Per te che sai di freddo, di calore, di trionfi e di
sconfitte, cheno, non lo sono. Per te che hai il corpo sano, l'anima
larga e il cuore grande. Per te che hai molti amici, molti
nonni, l'allegria adulta, il sorriso dei bambini, Per te che non sai né
di gelo nédi sole, né di pioggia né di rancori. Per te, atleta, che
traversasti paesini e città, unendo Stati nel tuo andare. Per te
atleta, che disprezzi la guerra e sogni la
PACE.
Prime
novità per LA CORSA DI MIGUEL 2004. Due novità auspicate, incoraggiate,
sollecitate dagli atleti e che il Club Atletico Centrale raccoglie con
entusiasmo. Cominciamo con il chip o la : una corsa
con un livello di partecipazione crescente, con arrivi frequentissimi in pochi
minuti, non poteva non aiutare giudici e cronometristi con strumenti che ormai
tutte le gare più importanti hanno a disposizione. Sia chiaro: lo spirito della
corsa resterà lo stesso, senza esasperazioni agonistiche, proteggendo
l'atmosfera di festa, guardando al millecinquecentesimo arrivato come al
quarto... Ma è giusto che ogni partecipante abbia la certezza del suo tempo,
della sua posizione, del risultato del suo sforzo. L'altra novità: la partenza.
Incrociamo le dita, ma abbiamo ricevuto delle assicurazioni e stiamo continuando
a fare il giro delle sette chiese: il via sarà dato nello stradone sopra lo
stadio Paolo Rosi, praticamente nel piazzale davanti al campo di polo. Hanno
detto sì tutti i nostri interlocutori, Sindaco in primis: ma non vogliamo
mollare la presa e continuare a monitorare la situazione per evitare brutte
sorprese. Non basta: il MILLE DI MIGUEL è confermatissimo. E nelle scuole stiamo
lavorando per una vasta campagna preparatoria. Ma ci sono tante altre
iniziative: un concorso artistico per gli studenti sul tema della corsa e della
libertà. E due serate per stare insieme. La prima la organizzeremo presto (fine
ottobre) al Forum Sport Center, che ci darà una grande mano quest'anno. Ultima
preghiera: scriveteci, consigliateci, proponete. Siamo pronti a recepire
messaggi e idee da tutto il mondo dell'atletica, dirigenti di società ma anche
singoli atleti, e tapascioni. Detto tutto ciò l'invito: non
prendete impegni per domenica 11 gennaio!
Un abbraccio
Giorgio Lo
Giudice e Valerio Piccioni
LA OTRA MIRADA: MIGUEL
SANCHEZ, DEPORTISTA DESAPARECIDO Memoria de un atleta
Miguel Sánchez
fue secuestrado por un grupo comando en la última dictadura y está desaparecido
desde el 8 de enero de 1978, hace veinte años. Había corrido tres veces la
San Silvestre y lo entrenaba Osvaldo Suárez.
ARIEL SCHER y
VICTOR POCHAT
En Villa
España, partido de Berazategui, un punto chiquito dentro del mapa inmenso del
Gran Buenos Aires, la memoria acaba de cumplir veinte años. En la tercera
hora del 8 de enero de 1978, un grupo de hombres partió la calma de la
vivienda de la familia Sánchez, en la calle San Martín 176, y se llevó por la
fuerza a Miguel. A Miguel, que tenía 25 años, dos pies de atleta,
mil proyectos en marcha, un empleo en el Banco Provincia y el corazón
de maratonista. Desde aquella madrugada bruta, una entre cientos de
madrugadas de horror en ese tiempo, Miguel Sánchez está desaparecido. Es el
único deportista federado que integra la lista de desaparecidos forjada por
la última dictadura militar.
Elvira Sánchez, hermana de Miguel,
todavía vive en la casita de la calle San Martín. Es docente, bajita,
conmueve y se conmueve. De frente a una foto de Miguel en carrera, cuenta que
es la primera vez que habla con un periodista y lo deja entrar a su casa,
justo a esa casa. Cuenta eso y también cuenta el horror como si en vez de dos
décadas hubieran pasado dos días: "Yo no estaba, pero estaba mi madre.
Vinieron entre seis y ochos tipos presentándose como un comando militar, sin
credenciales, y preguntaron por Miguel Angel. Era extraño porque el nombre de
mi hermano es Miguel Benancio (así con B larga). En el paredón se colocaron
dos con ametralladoras y el resto empezó a revolver todo, buscando
información con tanta violencia que hasta tiraron una biblioteca entera al
piso. El perro se asustó tanto que no ladró por dos años. A Miguel le
indicaron que se pusiera el equipo de gimnasia que estaba en una silla y se
lo llevaron. Pidió darle un beso a mi mamá antes de irse, pero no lo dejaron.
También se llevaron su agenda".
Miguel participó tres veces en la Corrida
de San Silvestre, la tradicional prueba que recorre las calles de San Pablo
todos los 31 de diciembre. Su última intervención fue en la edición de 1977.
Corrió, le mandó una postal a su familia y se fue a Punta del Este para tomar
parte en otra competición. Volvió a la Argentina el 6 de enero. El 8 lo
secuestraron.
La pasión por la San Silvestre no resultaba del azar entre
las inquietudes de Sánchez. Su entrenador era Osvaldo Suárez, el fondista
argentino que ganó tres veces consecutivas esa carrera. "Le decían El Tucu
-evoca Suárez- y se entrenó conmigo durante tres años en Villa Domínico. Era
un chico excelente." Miguel era "Miguelito" en Villa España y el atletismo le
daba vueltas por la cabeza todo el tiempo ("era su locura", enfatiza Elvira).
Se cuidaba mucho con las comidas y devoraba miel y verduras con el
mismo entusiasmo con el que expulsaba a las frituras de su dieta. No fumaba
y tampoco le gustaba que el olor del tabaco le anduviera cerca.
Como contrapartida, educaba su condición de atleta con la voluntad que
merecen las cosas a las que se ama. "O se levantaba a las 6 de la mañana para
ir a correr al campo de golf de Ranelagh, o se llevaba el bolso para ir a
Villa Domínico y entrenarse cuando salía del trabajo", cuenta Elvira con toda
la precisión del planeta, ratificando que la ausencia larga no le
ahuyentó ningún dato.
La historia de Miguel Sánchez es esencialmente
argentina: como millones, vino del interior a Buenos Aires; como miles, está
desaparecido. Nació en Bella Vista, Tucumán, el 6 de noviembre de 1952, y fue
el hijo menor de una familia de diez hermanos. Cuando cumplió los 17, llegó a
la Capital soñando futuros y modeló un pedacito de esos sueños cuando lo
tomaron como ordenanza en la casa central del Banco Provincia. Siete años
antes había muerto su padre. Su mamá, Cecilia Santillán, lo acompañaba en el
hogar de Villa España.
Los recuerdos de Elvira se encadenan: "En el
Banco le decían El Correcaminos, lo querían mucho. Allí le daban los viáticos
para competir fuera, así que él representaba al Banco Provincia. En el
trabajo, tenían expuestos un montón de premios que ganó. Siempre le hacían
notas en la revista mensual que publicaba el banco". Elvira conserva 50
trofeos, 36 medallas y varias fotos de su hermano compitiendo. "Me dijeron en
el banco que algunas copas se las quedaban ellos", apunta. El de los trofeos
es, como todos, un recuerdo activo: Elvira limpia y lustra las copas como si
al día siguiente tuviera que mostrarlas en una exhibición.
Además de
querer avanzar como atleta, Sánchez tenía vocación por la escritura.
"Escribía muchísimo, con faltas de ortografía pero con mucho sentimiento",
detalla Elvira, quien tiene a mano muchos de los textos de su hermano y
encontró en la relectura un modo de seguir estando con Miguel.
Luis
Horacio Sánchez, uno de los hermanos de Miguel, hizo la denuncia
del secuestro el 12 de junio de 1978. Nunca nadie le dio una respuesta. En
1984, la familia Sánchez presentó el caso de Miguel a la Conadep, el
organismo creado por el gobierno de Raúl Alfonsín que registró muchas de
las atrocidades realizadas por los militares en el poder. Cecilia Santillán,
la madre, se hizo todas las preguntas, recorrió todos los dolores y cuidó en
un armario la ropa de Miguel. Hasta que murió en 1992, esperó con vida al
hijo que le llevaron con vida.
Elvira pronuncia "Miguel" y aporta otra
historia. Y otra. Y otra. En cada historia, la memoria viva de Miguel Sánchez
enfrenta al espanto, truena impunidades, enciende la ternura y sigue
corriendo. Corre fuerte e implacable hasta dejar atrás para siempre cualquier
tentación del olvido.
Sábado 10 de enero de 1998
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